La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

miércoles, 30 de julio de 2014

Macondo siglo XXI

Presidentes Obama (EEUU) y Santos (Colombia)
Faltan las bananas pero está el arroz, falta la prosa exquisita del magistral Gabriel García Márquez, pero está la realidad que parece poner en duda el realismo mágico de Cien años de soledad, tampoco tenemos a la United Fruit, pero hay otras empresas que no tienen nada que envidiarle a la histórica compañía yanqui, no hablamos de Macondo, sino de Campoalegre, un pueblo colombiano que por lo que les pasa a sus habitantes de alegre, le está quedando el nombre solamente.


La fantasía de los TLC: Pan para hoy, hambre para mañana
Hace unos años Colombia firmó un tratado de Libre comercio (TLC) con EEUU. La nación sudamericana tiene la particularidad de oscilar entre gobiernos de derecha.... y de ultra derecha y su clase dirigente se encargó de "vender" el TLC con las mismas patrañas de siempre: que va a generar miles de nuevos puestos de trabajo, que se abre al país un enorme mercado (el estadounidense) de 300 millones de consumidores y demás tontería para que finalmente EEUU le termine vendiendo a Colombia los mismos productos que hasta hace años ésta producía o bien inoculando severas leyes estadounidenses en la legislación colombiana para preservar los derechos de las multinacionales yanquis que gracias al tratado engrosaron sus beneficios.
El mercado de las semillas está entre los más rendidores del mundo y son pocas las transnacionales que lo dominan, las 3 más importantes acaparan casi la mitad de las transacciones: Monsanto, Syngenta y Dupont.
Estas empresas adonde se instalan exigen leyes que les permitan controlar el tráfico de granos, alteran las semillas artificialmente, por lo cual se arrogan el derecho de exigir a los productores la compra permanente de las mismas (a las cuales consideran un producto de ellos, y no un ser vivo) bajo amenaza de incautación de lo producido y hasta de acciones judiciales.

La semilla es mía, mía, mía!!!
Humor sobre el TLC Colombia-EEUU
El cinismo de estas empresas es tal, que ciertos vegetales como la soja (que de natural tiene cada vez menos) se producen en base a semillas alteradas para que sólo sea fértil la primera generación. De tal forma que si un campesino quisiera guardar semillas de su producción para el año venidero, además de ser acusado de un ilícito, no va a conseguir nada, las semillas de su producción son totalmente estériles, en consecuencia deberá comprar otra vez a la empresa nuevas semillas para plantar.
En este caso tras el disfraz de una ley 970 se analiza la situación de Campoalegre, una localidad colombiana que vive de la producción de arroz cuyos pobladores sufrieron la destrucción de miles de bolsas de arroz porque lo produjeron sin haberle comprado las semillas a la empresa "dueña" que monopoliza el producto sino que utilizaron el viejo método de plantar las semillas que ellos mismos guardaron de años anteriores.
La excusa es conocida, las empresas hacen lobby para conseguir que las leyes obliguen a los campesinos a comprarles, para ello se necesita la intervención de un organismo estatal (en este caso el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA) que inventa una serie de engorrosas normativas para transformar en delito algo que nunca lo fue y así conseguir bajo el marco de la "legalidad" que el monopolio trasnacional incremente su negocio.

El TLC y las consecuencias políticas
Lamentablemente Colombia se ha transformado en el centro de operaciones del ejército de EEUU en Sudamérica. Hay 7 bases militares norteamericanas en territorio colombiano y los marines apostados allí cuentan con inmunidad, cualquier desliz que cometan, por grave que sea, no puede ser penado por la justicia colombiana.
Algunos creen que la existencia de estas bases sirve para reforzar la presencia militar de EEUU en un continente que se volvió bastante reacio a la histórica injerencia de Washington en nuestros países.
Colombia si bien participa activamente de reuniones de la UNASUR y la CELAC, organismos que no cuentan con la presencia de EEUU ni Canadá y suelen ser bastante críticos de Washington, integra un grupo formado de hecho a contracorriente del "eje bolivariano" (o de la Latinoamérica más progresista) junto a México, Panamá, Perú y Chile (con chances de sumar al Paraguay) conocido como la Alianza del Pacífico que nuclea a países que respetan el modelo neoliberal y miran con desconfianza una unión con Venezuela, Ecuador o Bolivia.