La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

domingo, 7 de mayo de 2017

Gran Hermano usa Google

Si nos buscas y no nos encuentras, quizá sea por esta nota
Para buscar una dirección, el hotel de las próximas vacaciones, donde guardar las fotos de tu casamiento, los movimientos de tu negocio, para traducir un texto, para ver un video de tu youtuber favorito  o hasta para corregir exámenes si eres profesor, se usa Google, incluso para publicar opiniones en internet, como el que escribe estas líneas.
Google es un coloso de internet fundado por dos informáticos de Syllicon Valley: Larry Page y Sergei Brin, dos de los hombres más ricos del mundo. La empresa se creó en 1998 como un buscador más en la incipiente internet de aquel entonces, sin embargo su rapidez hizo que aniquilara a muchos de los competidores de la época como Lycos o Altavista. No pudo derrotar a Yahoo quien se había expandido, además de buscador ofrecía una buena plataforma de cuentas de mail.
En estos años Google no ha parado de crecer, cotiza en bolsa, ofrece toda clase de servicios y es el prototipo de la compañía exitosa de la que los pregoneros del capitalismo tanto les gusta hablar.

Ejemplo del capitalismo amigable
Siempre que uno quiere saber como se trabaja en Google nos muestran un clima de trabajo distendido, jóvenes de menos de 35 años descansando, recibiendo la visita de su familia en plena jornada, jugando ping pong o trabajando con una pc portátil en un cómodo asiento frente a un ventanal de vista magnífica. Estas notas no se sabe si son una puesta en escena, lo cierto es que ex empleados de Google resignaron buenos sueldos aludiendo la intrusión de la compañía en sus vidas privadas, la exigencia de la productividad, los anómalos horarios de trabajo y una influencia psicológica que tiende a hacer que los empleados dejen la vida por Google.
Cuando la nota periodística sobre Google no está programada, la misma se puede tornar hostil como le ocurre a la periodista francesa del documental que les presentamos, ¿acaso en ese preciso momento los empleados no estaban jugando al ping pong y estaban trabajando a destajo?
Este gigante de internet tienen aspiraciones monopólicas, ofrece tantos servicios que hace prescindibles muchas opciones alternativas y cuesta ponerle fronteras. Muchas personan se dejan organizar su vida por Google, si un día pierden el teléfono móvil podrían caer en pánico.
Otro detalle es que Google no se caracteriza por una atención personalizada por fuera de internet, casi que la rechaza. Prácticamente no hay una oficina de atención al cliente de manera personal y todo hay que hacerlo por la web.
Los talentosos yuppies que crearon Google en un garage caen en los mismos vicios de cualquier empresario ambicioso y pícaro, se las ingenian para pagar menos impuestos. Es por ello que la oficina más grande de Google afuera de EEUU se encuentra en Irlanda, uno de los estados con legislación tributaria más flexible de Europa

El Gran Hermano que decide la mejor oferta para tí y tus conveniencias
Para aparecer entre las primeras opciones del buscador hay que pagar, no solo para estar arriba, sino para permanecer allí. Por lo tanto a Google siempre le ingresan dividendos de empresas que quieren "rankear alto" en su buscador.
Sin embargo las opciones mejor ubicadas no siempre son las más beneficiosas para el usuario, incluso algunas que aparecen entre las 4 o 5 primeras, dicen ofrecer los mejores precios del mercado cuando es mentira y a la que ofrece los mejores precios hay que hallarla en la tercera página de la búsqueda, en el mejor de los casos. Puede pasar que sea la misma Google que ofrezca estos servicios de "mejor precio garantizado" para evitar búsquedas exhaustivas de los usuarios y perjudicando a empresas especializadas menores.
Google se ha visto en conflictos legales con particulares, muchas personas por su trabajo en sus inicios han publicado fotos de las que quizá reniegan en la actualidad porque les entorpece encontrar nuevos empleos. Es muy difícil lograr que la empresa elimine los enlaces a las páginas con éstas imágenes sin meterse en conflictos judiciales. Incluso Google puede eliminar las fotos de su web local (o sea, la del país del/la demandante), pero no de la internacional. Es imposible hacer el pedido por las buenas, cuando uno le reclama con argumentos a Google que elimine material perjudicial de sus búsquedas, en la mayoría de los casos la empresa envía una respuesta por mail, impersonalizada, rechazando el pedido y justificando que ese contenido injurioso puede ser útil para conseguir nuevos trabajos en lo que es el colmo de la arrogancia, la empresa nos dice que es lo que nos conviene.

Vínculos sombríos con el poder
Edward Snowden, confirmando lo que también denunció Wikileaks, dijo que empresas como Google le cedían información privada de sus usuarios (incluso colaboradores de Wikileaks) al gobierno de EEUU, esto le ocurrió a allegados a Julian Assange. Parece que Google es mucho más rápida en acatar las órdenes de la NSA que en las de un usuario atormentado por viejas fotos de sus años de modelo hot.



¿Hay virus que "trabajan" para Google?
Página de inicio de start.siviewer.com
Todas las ventajas que ofrece la empresa no se comparan con la escasa información que ésta ofrece a la hora de prevenirnos de las amenazas de internet. En algunas búsquedas puede ocurrir que entre las primeras opciones ofrecidas por el buscador aparezcan páginas infectadas que deben ser rápidamente bloqueadas siempre que la computadora tenga un sistema actualizado y bueno contra este tipo de amenazas, si esto no es así, Google no nos advierte que estos sitios son malignos.
Incluso ocurren cosas que llaman la atención, dan a pensar que algunos de estos spyware son funcionales a la estrategia de Google de barrer con la competencia, y para ello citaremos un ejemplo.
Existe un buscador, o al menos así se presenta, que cambia de aspecto y hasta de dirección, éste se instala en nuestras computadoras sigilosamente, sin que lo notemos. Suele aparecer como start.siviewer.com o luckystart.com y se entromete como enlace de los buscadores alternativos que el usuario utilice cuando no quiere usar Google, es decir, si yo quiero buscar algo por duckduckgo.com y hago click en Buscar, inexplicablemente la búsqueda es redirigida a estos buscadores basura que se enquistaron en la computadora. Esto rara vez ocurre si nuestro buscador predeterminado es Google.
Pero lo curioso no es eso, sino que este tipo de páginas no son detectadas como amenazas por los más reconocidos programas de seguridad antivirus, antispyware, antimalware, etc. y cuando buscamos alguna solución en internet (obviamente en Google porque otra no nos queda) aparecen entre las primeras opciones soluciones trabajosas, mal explicadas, obsoletas o viejas, lo que indica que estas páginas hace rato que están en actividad, y cuesta creer que los programas de seguridad aún no las detecten.

Como ya dijo Noam Chomsky, estos hitos del capitalismo, megaempresas que no reconocen fronteras internacionales, ni entre el ámbito privado y lo público, conocen demasiada información de nosotros que se la cedemos casi sin saber, despreocupadamente. Claro quién va a pensar que Google nos puede hacer daño,... no?


jueves, 4 de mayo de 2017

¿Quién es Donald Trump?

Un nuevo tiempo histórico
La historia política va mutando, las técnicas de sometimiento de las mayorías van cambiando con el correr de los tiempos pero los objetivos siempre son los mismos, hacer que los sometidos piensen como aquellos que los dominan. El ejemplo de Donald Trump está muy de moda, quizá por ser el del presidente de EEUU y también por su extravagancia.
Este tiempo histórico donde la batalla cultural está siendo ganada por la derecha a nivel internacional plantea un enigma para los sectores progresistas, cómo hacer frente a esta metodología impuesta por los sectores dominantes que a pesar de ser aparentemente básica, al menos en la retórica, está estudiada por especialistas en control de masas. 
Digámoslo así: un candidato de derecha plantea airadas soluciones rápidas a problemas complejos (lo cuales muchas veces exagera) como la inmigración ilegal, la desocupación, el narcotráfico, el terrorismo, la corrupción (salvo la propia y de amigos), la delincuencia, la inflación, etc. apelando al sentido común de los ciudadanos a través de un discurso sencillo y directo aludiendo a la necesidad de un cambio, palabra que surge permanentemente en los mitines organizados para apoyar a estos candidatos y citados hasta el hartazgo por sus seguidores para justificar un voto sin demasiado sentido. No es de extrañar que el candidato sea miembro del establishment económico local quien se arrogue el derecho de salir a representar a un pueblo por el que no siente ningún aprecio y al que nunca se interesó en comprender.
Las campañas electorales de esta clase de candidatos rebozan de mentiras, exageraciones y discursos pre-armados por especialistas que la sociedad no procura analizar. Esto se debe a que previamente existió un proceso de fragmentación de la sociedad en bandos enfrentados para que el análisis racional de la realidad caiga en demérito de las prédicas fanatizadas de uno u otro bando.
Vale decir que no siempre estos candidatos tienen éxito, a pesar de maquillar su imagen, a los candidatos de la ultraderecha europea les viene costando acceder al poder que por lo general se disputa entre derechas neoliberales y pseudoizquierdistas discursivos (Syriza por citar un ejemplo).

Rico, exitoso y mentiroso
El caso de Trump no es una rara avis, a menor escala se puede hablar de idénticas estrategias que sostuvieron a Mauricio Macri en Argentina o a Pedro Pablo Kuczynski en Perú, los mitos de los empresarios ricos que se hicieron a sí mismos, que por ser exitosos administrando empresas llevarían ese éxito a la administración del país y que el hecho de ser ricos los haría incapaces de robar. Todas falacias fácilmente comprobables en la historia, pero el olvido hace que éstas creencias surjan una y otra vez haciendo que los dominados elijan, defiendan y repliquen el discurso de sus dominadores.
Donald Trump no se hizo desde abajo, heredó una enorme fortuna de su padre quien ya la había recibido del abuelo de Donald, así que no se hizo rico, tuvo que mantenerse como tal no sin algunas complicaciones. 

Redes sociales y la post verdad
Hoy los mensajes políticos no llegan a los ciudadanos a través de discursos en actos públicos, sino a través de las redes sociales: Twitter, facebook, Instagram, WhatsApp, etc. asegurando una amplia repercusión y repetición de estos mensajes de tono facilista, frívolo y por lo general carentes de veracidad. En EEUU se cree que uno de los éxitos de Donald Trump fue la gran cantidad de mentiras dichas en la campaña contra su contendiente demócrata, Hillary Clinton, cuyas desmentidas nunca alcanzaron la repercusión de las infamias proferidas y quedaban eclipsadas por infamias nuevas.
Las redes sociales se instalaron para hacer de la política un juego donde la gente disfruta peleándose con desconocidos de otro bando repitiendo rumores falsos por el solo hecho de ser afines a sus creencias. No sería de extrañar que estos enemigos virtuales pertenezcan a la misma clase social sojuzgada por los verdugos que ellos mismos defienden. No faltan tampoco los trolls, aquellos encargados de instalar y repetir un mensaje en redes sociales por un sueldo.

Si estos ricachones impresentables llegan al poder, si logran que muchos de sus votantes se arrepientan casi de inmediato de haberlos elegido, dice mucho de nosotros mismos y nos indica que nuestra sociedad está en un mínimo cultural del que rara vez se sale sin una crisis