La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

sábado, 2 de agosto de 2014

La Hora de los Hornos I

Aprovechando que este mes se celebra a la Pachamama (o Madre Tierra), les presentamos una película que muestra el padecer de los pueblos postergados de América Latina a través de la historia, fundamentalmente los pueblos originarios.
La Hora de los Hornos es una saga de 3 películas, aquí mostramos la primera relacionada al Neocolonialismo y Violencia.
Centrada fundamentalmente en Argentina, esta película fue filmada entre 1966 y 1968.
En el contexto interno, la Argentina estaba sometida a la dictadura de Juan Carlos Onganía y al exilio forzado de Juan Domingo Perón sumado a la proscripción del peronismo. En el exterior eran los años de la Guerra de Vietnam, el Mayo Francés, las luchas independentistas africanas y el asesinato del Comandante Ernesto Che Guevara.
Que los 46 años que tiene este filme no nos confundan, si bien el relato puede pecar de algunas diferencias en cifras con los datos actuales, muchas de las cosas que se muestran siguen tal cual en nuestros días, aunque por suerte no todas.
Carlos M. de Alvear

La rancia oligarquía
Algo que sin duda no ha cambiado es el proceder aristocrático u oligarca argentino, esa clase social patricia que desde la época del virreinato se ha beneficiado con prebendas explotando a esclavos y apoderándose de tierras que nunca le pertenecieron.
Esta oligarquía supo escribir su propia historia, la que hasta hace pocos años se enseñaba en los colegios e impuso sus propios próceres. He aquí algunos ejemplos:

  1. Rivadavia, quien pidió el emprestito de la Banca Baring Brothers, primer antecedente de la deuda externa argentina. La avenida más larga de Buenos Aires lleva su nombre.
  2. Carlos María de Alvear, miembro de una aristocrática familia de criollos, fue quien se entrevistó con un representante inglés en Río de Janeiro para hacerle saber que el pueblo del Río de la Plata (todavía no eran argentinos) deseaba ser gobernado por el Reino Unido (nunca aclaró qué pueblo). Una de las avenidas más refinadas de Buenos Aires, plagada de embajadas y palacios, y ubicada en uno de los sectores más caros de la ciudad, lleva el nombre de este traidor a la patria.
  3. Julio Argentino Roca, militar quien fuera 2 veces presidente y que encabezó el genocidio de la Patagonia (mal conocido como Campaña/Conquista del Desierto por la historia oficial) gracias a quien muchos de estos oligarcas se enriquecieron en la arbitraria distribución de tierras robadas a tehuelches, pampas, araucanos y fueguinos.
  4. Domingo Faustino Sarmiento, presidente, militar y escritor. A través de las letras impuso la contraposición entre la Civilización (la aristocracia ganadera y agro exportadora) y la Barbarie (indios, mestizos y gauchos). Comandó las tropas argentinas durante la Guerra de la Triple Alianza (un genocidio contra el pueblo paraguayo). Era un profundo racista.
  5. Bartolomé Mitre, presidente, militar y periodista. Protector de los privilegios portuarios de Buenos Aires en detrimento del resto del país. También comando las tropas argentinas en la Guerra de la Triple Alianza y fue quien generó las provocaciones necesarias para iniciar la cruenta guerra que destruyó al Paraguay. Fundo el diario porteño La Nación, que aún hoy marca la agenda conservadora de la ciudad de Buenos Aires.
Tampoco ha cambiado la admiración ascendente de la clase media, aspirante eterna a codearse con estos oligarcas, ni el racismo asolapado de los grupos dominantes por sobre aquellos a quienes se creen con derecho a explotar por creerlos inferiores (los cabecitas negras). Aún hoy en Argentina, el trabajo rural conserva índices de esclavización alarmantes.
Esta rancia aristocracia es tan soberbia que cree que los políticos deben rendirle cuentas, a muchos les genera contrariedad que en estos años la costumbre del/la presidente de asistir a la exposición de la Sociedad Rural Argentina se haya perdido. Fue habitual por décadas que presidentes y dictadores asistieran a ver el discurso del presidente de la SRA para escuchar reclamos y reprimendas (!) por la mala (según ellos) situación del campo. No siempre fueron críticas, las mejores recepciones a presidentes y dictadores a ese predio ocurrieron en períodos de orgía neoliberal (Aramburu, Onganía, Videla y Menem x 2 fueron vitoreados) donde esta clase dominante no paraba de ganar y el pueblo no paraba de perder...

Para que saquemos nuestras conclusiones
Obviamente no todo está igual que entonces, es un sano ejercicio respondernos a nosotros mismos qué cosas han cambiado y cuáles siguen igual o peor.
Estos años de gobiernos progresistas han mejorado muchísimo los indicadores sociales, aunque países que han sido esquilmados por décadas no se recuperan de la noche a la mañana, la deuda interna aún es enorme.
Lo que quizá ha empeorado es la intelectualidad de la aristocracia. La clase dominante supo tener entre sus destacados exponentes a escritores, periodistas, músicos y filósofos a través de la historia, muchos como vimos hasta fueron presidentes y llevaron a cabo la tarea de imponer la historia oficial o mitrista.
Hoy la intelectualidad conservadora presenta mediocres ejemplares cuya mayor virtud es expresar el asco que le provocan los gobiernos populistas, cómo estos "manipulan" a los pobres y las denuncias de corrupción que pareciera ser sólo éstos gobiernos cometen. Aún así, con tan poco, les basta a muchos para sacar libros sobre estos temas y ganar buen dinero con una literatura tilinga que dista mucho de parecerse a Borges, Vargas Llosa o Mujica Láinez.

Pino Solanas junto a J.D. Perón
La película fue realizada por Octavio Getino (guionista, muy ligada su trayectoria al cine documental político) y Fernando Ezequiel "Pino" Solanas Pacheco, éste último fue un reconocido director de cine (El Exilio de Gardel-1985, Sur-1988-, Memoria del Saqueo-2004-) proveniente de la izquierda peronista y fundador del Grupo Cine Liberación que incursionó en la política y sorprendió en los últimos años su viraje a la derecha. Hoy Pino defiende los "derechos" de esa clase a la que tanto criticó en esta película.
No sabemos que le ocurrió a Pino, ¿dinero?, ¿orgullo?¿conveniencia?, ¿problemas de salud/edad? es una lástima. Recordemos al mejor Solanas con una verdadera joya del cine documental latinoamericano.