La Antártida |
Un poco de helada historia
Si hay una parte misteriosa de nuestro castigado planeta sin duda esa debe ser la Antártida, ese vasto territorio circundante del Polo Sur más grande que Europa pero que aparece cuasi ignorado en la mayoría de los planisferios como una delgada estructura blanca allá abajo, adonde no vive nadie. Huelga decir que los modernos planisferios son injustos con el hemisferio sur y además están centrados en el Océano Atlántico, la representación de una esfera en el plano es siempre incorrecta, las regiones próximas a los polos aparecen agrandadas en relación a las más ecuatoriales, es inconcebible que en algunos Groenlandia aparezca más grande que toda África cuando realmente es más pequeña que Argelia.
Estas regiones del sur no cuentan con la corriente cálida del Golfo de México que hace vivible al norte de Europa, o la de Alaska por eso uno encuentra ciudades dentro del Círculo Polar Ártico, lo cual sería imposible de imaginar en el extremo sur, carente de estas ventajosas corrientes oceánicas y además con un territorio más escaso, con mayor influencia marina. Además la Antártida es en promedio unos 10°C más fría que el Ártico, por eso sería descabellado pensar en ciudades por esas latitudes, además es el continente más alto de todos, en promedio tiene 2000mts de altitud, lo cual hace que sea aún más frío.
Un mapa de la Antártida propiamente dicho no le hace justicia a este territorio porque, como se puede ver en la primera imagen, apenas uno puede suponer que es enorme comparada con la Patagonia o Nueva Zelanda y no es tan sencillo determinar si es mayor al territorio de Australia en dimensiones, estado al cual supera en extensión por unos 5 millones de km².
A la humanidad se le ha ido agrandando el mapa a medida que conquistaba otras regiones, en la Antigüedad distintas culturas creían que poco más allá de los mares que conocían existían bestias descomunales y toda clase de infiernos para aquellos aventureros que osaren adentrarse en el atemorizante océano hacia lo desconocido. A pesar de esta regla general hubo honrosas excepciones.
Lo que siempre fue un enigma ha sido ese vasto territorio blanco más allá de los confines del "Nuevo Mundo" (América) que los ambiciosos conquistadores no se atrevían a invadir, la furia de los mares y la inexpugnable capa helada mantenía a raya a los piratas.
Durante mucho tiempo a la Antártida se la conoció en la cartografía europea como Terra Australis Incógnita y nadie se ocupaba mucho de ella. Incluso el extremo sur americano, o las regiones más próximas al Círculo Polar Antártico por caso la Patagonia o Tierra del Fuego dada su hostilidad climática fueron difíciles de invadir para el hombre blanco. Recién a finales del Siglo XIX y mediante una matanza atroz (como el periodista Osvaldo Bayer lo retrata en su documental AWKA LIWEN), argentinos y chilenos toman la Patagonia para sus oligarquías aunque la historia oficial diga que fue para la patria.
¿Una pirámide o una montaña "retocada"? |
Tierra que aún genera fantasías
Así como las descomunales bestias cuya existencia creían los antiguos más allá de los mares conocidos, aún hoy la Antártida produce especulaciones de toda índole gracias a que es un continente muy poco visitado, y los que llegan a ir, en una ínfima cantidad logra adentrarse bien a su interior .
Así es que algunos suponen la existencia de "oquedades" que comunican la superficie con el interior de la Tierra donde morarían los dinosaurios evolucionados (reptilianos) que hasta habrían formado un reino llamado Agartha desde donde dominarían al mundo o incluso extraterrestres que decidieron instalarse allí. Otras fantasías menos rimbombantes tienen que ver con las que suponen una suerte de paraíso casi tropical en el centro de la Antártida con ríos y animales exóticos desmintiendo el hecho que haga frío extremo. Recientemente surgieron imágenes de presuntas pirámides construidas en el continente blanco muy bellas (aunque pueden trucarse) que dieron lugar a variadas especulaciones. Todo lo anterior se confirmaría en base a las pobres imágenes del Google Earth de la región, como si un poder oculto nos retaceara información al respecto.
Hay otras teorías conspirativas más terrenales de estilo esoterismo-nazi que hablan del presunto escondite en la Antártida de Adolf Hitler luego de la Segunda Guerra Mundial y de la misteriosa operación Highjump que llevó a cabo el ejército de EEUU en 1947 en el sector Antártico neocelandés, cerca del Mar de Ross, cuyos objetivos nunca fueron del todo claros y cuyos participantes finalizaron sus vidas, en muchos casos, de manera trágica y extraña.
La historia oficial y el futuro del continente carecen de OVNIS y jerarcas nazis clandestinos, pero no por ello es menos interesante.
Las ambiciones territoriales
Los sectores antárticos |
Si uno ve un mapa de la Antártida va a notar muchos nombres anglosajones, esto debido a que fueron los británicos quienes más se interesaron en colonizar el territorio, explorarlo y anexarlo para la corona. El famoso Capitán James Cook circunnavegó la Antártida aunque fueron el alemán Bellinghausen y el ruso Lazarev quienes la circunnavegaron con vistas a las costas antárticas, a veces adentrándose en el Círculo Polar, cosa que Cook no hizo.
Sin embargo gracias a Cook, Weddell, William Smith y otros corsarios, el Impero Británico se arrogó el derecho de reclamar para su graciosa Majestad territorios aledaños a la Península Antártica. La forma de "repartir" este gran continente aún está bajo discusión, por ahora prima la postura de los sectores antárticos que equivale a dividir esta región como una pizza y cada porción corresponde a un país reclamante. El ángulo de esta porción viene determinado en la mayoría de los casos por la proyección de las costas marítimas australes de cada país. Aunque hay excepciones como la de Gran Bretaña que usa las costas de territorios que ocupa ilegalmente (Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur) y de ciertos derechos históricos que llevaron al Reino Unido a pedir a la justicia internacional que invalide los reclamos antárticos soberanos de Argentina y Chile, reclamo que fue archivado. Las pretensiones antárticas británicas dejan casi sin lugar a la Argentina y Chile en ese continente. Las cercanías de la Península Antártica fueron históricamente la parte políticamente más caliente puesto que se la disputan 3 países y hasta hubo movimientos bélicos en la zona (principalmente entre argentinos y británicos) sin llegar a declararse una guerra. Los 3 países esgrimen sus razones para reclamar su sector, a las ya comentadas razones históricas británicas debemos considerar las razones también históricas, geográficas y jurídicas de Argentina y Chile que hacen valer el derecho de uti possidetis (donde las nuevas repúblicas independientes de España se adueñan de todo el territorio que poseía la potencia colonizadora) y que el Reino Unido insiste en desconocer.
Otro caso peculiar es el de Noruega (¿?¿?) que no tiene territorios australes cuyas costas puedan ser proyectadas hacia el territorio polar, pero es el país de origen de Roald Amundsen, el primer hombre en llegar al Polo Sur. Los otros países con sectores antárticos autoproclamados son Australia, Nueva Zelanda (ambos heredaron sendos sectores del Reino Unido cuando se "independizaron"-siguen reconociendo como propia soberana a Elizabeth II-) y Francia cuyo sector antártico está enclavado en medio del australiano. Estos países, con algún arreglo mediante, establecieron sus sectores gracias a los territorios nacionales y/o a las colonias australes que poseen en los Océanos Indico y Pacífico.
Entre el sector chileno y el neocelandés hay una porción de la Antártida no reclamada por ningún país hasta el momento de celebrarse el Tratado Antártico
El Tratado Antártico
Visto lo ocurrido en la operación Highjump y las escaramuzas entre argentinos y británicos se firma en Washington (EEUU) el Tratado Antártico que entró en vigencia el 23 de junio de 1961 por 80 años. Este tratado prohibe las operaciones bélicas en Antártida y congela (nunca mejor usado el verbo) los pedidos por soberanía de los países reclamantes. Otra normativa determina que no se pueden realizar pruebas nucleares de ningún tipo (EEUU quería que se hicieran siempre que se pidiera permiso previamente) lo cual fue un logro de la diplomacia argentina y chilena. Además se establece que el territorio antártico queda exento de cualquier explotación económica, habrá que ver esto por cuánto más se respeta.
Los firmantes iniciales fueron 12 estados, los 7 reclamantes más Bélgica, Japón, URSS, EEUU y Sudáfrica. Con el tiempo llegaron a ser 50 los firmantes, 28 con derecho a voto, casi como la ONU pero exclusiva de asuntos del sexto continente.
Vale aclarar algunos puntos, primero que el tratado se celebró en plena Guerra Fría, por ello ni EEUU ni la URSS reclamaron sectores antárticos en un primer momento (aunque se reservan el derecho de hacerlo en un futuro, los derechos antárticos soviéticos fueron heredados por Rusia) sin embargo los puntos antárticos más significativos tienen bases de estas superpotencias: en el Polo Sur geográfico EEUU tiene la base Amundsen-Scott, mientras que en el Polo Sur magnético los rusos ubicaron la base Vostok.
Otro país que hace rato le echó un ojo a la Antártida es Brasil, estado que aspira a ser más que una potencia regional y que pretende un puesto permanente en el Consejo de (in)Seguridad de la ONU. Para ello Brasil necesita tener cierto dominio del Atlántico Sur que la diplomacia de Itamaratí lo asume como el "Amazonas Azul", pero claro, la obstinada permanencia británica en la zona se presenta como un verdadero estorbo.
Los brasileños tienen su propia postura al respecto de los reclamos antárticos: la Teoría de la Defrontación. Esta teoría apela a razones meramente geográficas e ignora cualquier argumento histórico (lo que hace que la teoría no haya sido compartida por Argentina y Chile), un país que tenga costas marítimas al sur del Ecuador que se puedan proyectar al territorio antártico, y que no se superpongan con las de otro país en similares condiciones, tiene derecho a pedir ese sector. Esta teoría alentó las aspiraciones de Perú, Ecuador, Uruguay y Sudáfrica, países australes con presencia antártica.
Brasil propone una sección antártica sudamericana desde los 95°30'O (extremo de la costa occidental de Galápagos) hasta los 24°O (extremo acordado en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca -TIAR- como límite se seguridad para los países sudamericanos). De triunfar esta postura, tanto argentinos como chilenos tendrían que compartir sus secciones antárticas puesto que ambas quedan totalmente incluidas en esa porción.
Otro lío se le armaría a Noruega cuya sección se vería seriamente disminuida si Sudáfrica hace uso de su derecho a reclamo.
Tanto Brasil como Sudáfrica son miembros del BRICS, un bloque de 5 países emergentes completado por Rusia, India y China que también tienen bases antárticas. Este bloque ha ganado en protagonismo en los últimos años, tienen reuniones periódicas y no sería de extrañar un acuerdo a futuro para ver las políticas a seguir con respecto a la Antártida. Otro bloque del cual Brasil es miembro es UNASUR, dicho bloque rechazó la usurpación británica de Malvinas y Georgias.
Con vistas a 2041... o antes?
El TA caducará en 2041, momento en el cual los países pueden retomar sus reclamos de soberanía y hasta podría estallar alguna guerra entre facciones discordantes. Dicho interés no radica en querer ver a petreles en estado salvaje, sino a las riquezas que aún esconde la Antártida como continente virgen de explotación.
Se sospecha que la península Antártica tiene en sus cercanías reservas petroleras y en el interior del continente habría yacimientos de hierro, uranio, oro, carbón y otros minerales. La Antártida es muy montañosa (destaca la cordillera Transantártica que podría ser explotada). Además el Océano Glacial Antártico es rico en krill, para muchos es la comida del futuro porque este crustáceo es uno de los animales con mayor porcentaje de proteínas en su carne. Ya los países de la OTAN comenzaron a explotar el uranio y demás minerales que se encuentra en un territorio similar a la Antártida, en la colonia danesa de Groenlandia... ¿Será un preparativo para lo que se nos puede venir a los del Sur?
A uno le surge la duda de si todos estos países esperarán hasta 2041 (28 años aprox.) teniendo en cuenta que para ese momento algunos minerales e hidrocarburos estarán escaseando. Violar un tratado a fuerza de eufemismos o de "atajos" diplomáticos no sería nada nuevo para ciertos países con "coronita", históricamente dominantes que pueden alterar las leyes internacionales a su antojo mientras sea beneficioso para su parasitaria existencia, pueden ocupar ilegalmente territorios, invadir países por tiempo indefinido, bombardear adonde les parezca, ensuciar con basura peligrosa otros países, espiar ilegalmente, detener aviones presidenciales, remover presidentes constitucionales, erigir dictadores genocidas y ladrones, fusilar sin juicio previo a presuntos terroristas o presidentes que no son de su simpatía, detener por tiempo indeterminado personas sospechosas de terrorismo en cárceles ilegales,.... acaso les va a costar mucho violar un viejo tratado para apoderarse de lo que necesiten cuando la escasez sea evidente y los precios se vayan a las nubes?
Y si, a la Antártida es ese freezer (nevera) adonde se guardan las provisiones para épocas de "vacas flacas".
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