La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

domingo, 13 de agosto de 2017

Cómo se usó el psicoanálisis para dominar a la población

Recientemente hablamos de Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, quien llevó a la práctica las técnicas de propaganda que conocemos en la actualidad desarrolladas gracias a las técnicas de psicoanálisis que estudió su famoso tío.
Bajo el mote de "Relaciones públicas", Bernays asesoró a grandes empresas estadounidenses produciendo un giro en la forma de hacer publicidad, la que dejó de mencionar los productos para que los potenciales consumidores sepan de su utilidad y lo compren cuando lo necesiten, sino que apuntaba a afectar los sentimientos más irracionales de la gente: "yo compro este producto porque me hace sentir mejor, no porque lo necesite".
La dominación de masas dio un paso más, en los estamentos gubernamentales de EEUU se preguntaron si podían llevar a cabo estas técnicas para tener controlada a la población, e incluso se realizaron experimentos para comprender el funcionamiento de la mente.
Es así como la CIA, emprendió varios experimentos con un plantel propio de psicoanalistas y psiquiatras que estudiaron el estado mental de personas que atravesaron situaciones traumáticas como ex combatientes de la Segunda Guerra Mundial y de la guerra de Corea. También hubo interés en técnicas muy invasivas como la de electro choques (explicada en la Doctrina del Shock) aplicadas a individuos con transtornos psicológicos a quienes se les borraba la personalidad con consecuencias lamentables.  También la prueba con drogas como el LSD o proyectos como el MK Ultra, se iniciaron en este período de exploración de la mente social desde el interior de los individuos. Como otras veces en la historia, la CIA argumentó desarrollar estos experimentos porque sino otros lo iban a hacer antes, excusa también planteada en el desarrollo de la bomba atómica. La sospecha de que los soviéticos estaban investigando técnicas de control mental fue el argumento elegido para justificar estos experimentos.
Anna y Sigmund Freud
En este período también destacan los procedimientos de otro miembro de la familia Freud: Anna, la última hija de Sigmund Freud y Anna Bernays. Psicoanalista como su padre y afín a su escuela de pensamiento, emprendió experimentos colectivos. Desarrolló las terapias grupales usando como conejillos de indias a una familia británica, la de Dorothy Burlingham (con quien Anna entablaría un vínculo hasta el final de sus días) y sus hijos.
Anna se dedicó a estudiar la represión de un primitivo interior salvaje que tenemos todos los seres humanos vinculado fundamentalmente al instinto sexual y a la violencia. Reprimir esta líbido nos permitiría vivir en sociedad y se debían conocer las causas que liberarían este monstruo que todos llevamos dentro, según la lógica freudiana.
Estas terapias colectivas fueron implementadas por un sinnúmero de psicoanalistas en EEUU durante los años 50, donde la escuela freudiana se desarrollaba con éxito a instancias de la promoción de la misma ejercida por Edward Bernays. Estas terapias de grupo son el espíritu de lo que hoy conocemos como los "focus group", tan empleados por las empresas para conocer las inquietudes, sentimientos y opiniones de los consumidores.
Este es el segundo capítulo del documental "El Siglo del Yo", de Adam Curtis.




miércoles, 2 de agosto de 2017

El padre de la propaganda

Edward Bernays
Se supone que Sigmund Freud es el padre del psicoanálisis, como Albert Einstein es el padre de la física moderna o Mendel el padre de la genética. Esto no es una afirmación machista en absoluto, el lugar secundario de opresión al que fueron confinadas las mujeres en la historia hizo que existan pocas pioneras en ciertas ramas del conocimiento, si bien destacan algunas que lograron hacerse camino como Marie Curie, la prestigiosa química franco-polaca que nos hizo conocer la radioactividad, y dio su vida en ello...
En esta nota nos referiremos a un pionero en el arte de la propaganda, de la manipulación de masas. A pesar de lo que usted pueda creer, no se trata de Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi, sino de Edward Bernays, el sobrino de Sigmund Freud.
Bernays (1891-1995, otro del club de los centenarios) escribió el libro llamado Propaganda, una biblia de la manipulación social, allí se le brinda a las clases dominantes la forma de asimilar a las clases populares (de actividad política nula o muy restringida durante gran parte del siglo XX) bajo una fachada democrática. Bernays desarrolla técnicas para que este sector social oprimido por las élites pueda participar políticamente haciendo lo que éstas élites quieren en vez de la simple proscripción de este sector social que dio lugar al anarquismo y al bolchevismo.

Gracias Tío
"La gente no compra algo porque lo necesita, sino para llenar un vacío existencial"
Bernays usó los estudios de su pariente Sigmund Freud para el desarrollo de sus técnicas de propaganda. Durante la Primera Guerra Mundial observó como una sociedad desinteresada por el conflicto en Europa viró a una postura belicista cuando se la convenció del peligro que representaba el triunfo alemán para EEUU,... y pensar que el presidente Woodrow Wilson (para quien Bernays trabajaba) ganó las elecciones gracias a un discurso pacifista. ¿Las técnicas de propaganda funcionarían en tiempos de paz como lo hacían en tiempos de guerra?
La prueba fue un desfile de Pascuas en Nueva York donde concitó la atención mediática haciendo que un grupo de mujeres fumaran, el hábito de fumar era exclusivamente masculino y fue divulgado como una muestra de liberación femenina bajo el atractivo nombre de "antorchas de libertad". Bernays observó que las mujeres que fumaban daban la impresión de ser más independientes y eso quería explotar, el interés para darle a los demás una imagen exagerada de lo que somos... o una imagen de lo que no somos, no importa ser seguro, sincero, valiente, rico o inteligente, pero importa aparentarlo.
Esto hizo de Bernays una figura atractiva para los políticos, los empresarios y hasta para las estrellas de cine que lo contrataban para promocionar sus productos, a sí mismos o mejorar la imagen, fue el primer experto en relaciones públicas (RRPP, término que reemplazó al de propaganda) tal como los conocemos actualmente.
Bernays era un soberbio, no lo afirmamos nosotros, lo dice su propia hija. Estaba convencido que el pueblo es estúpido y que necesitaba estar controlado por una élite que impidiera el caos de una democracia verdadera. Ésta élite no era elevada moral ni intelectualmente, era la oligarquía de ricachones que eran clientes de él.


La lógica Bernays para llegar al poder... y hasta para gobernar
Hoy el trabajo de Bernays es reutilizado con éxito por muchos asesores de imagen que camuflan los verdaderos ideales de ciertos políticos para que sean aceptados por sectores populares a quienes no representan, e incluso una vez elegidos, van a perjudicar.
 A nivel internacional destaca el caso de Roger Stone, ex asesor de imagen de Donald Trump, a quien se le atribuye el "milagro" de haber hecho triunfar a un patético impresentable en las elecciones presidenciales de EEUU de 2016. Otro fenómeno paradigmático en Sudamérica es el del asesor ecuatoriano Jaime Durán Barba quien dirige el discurso del empresario Mauricio Macri, hoy presidente argentino. Durán Barba no solo le impuso a Macri una prédica que lo hizo aceptable para los sectores populares que años atrás lo rechazaban (y a quienes Macri detesta), sino que coordina la comunicación de Macri y su gabinete en el gobierno: aparente compromiso con problemas particulares, apelación a la ternura (Macri publica por redes sociales continuamente fotos de su pequeña hija), muestras de cercanía con ciudadanos comunes para dar la impresión de ser un presidente "cercano" a su pueblo



"La manipulación consciente e inteligente de los hábitos y opiniones organizados de las masas es un elemento de importancia en la sociedad democrática. Quienes manipulan este mecanismo oculto de la sociedad constituyen el gobierno invisible que detenta el verdadero poder que rige el destino de nuestro país. Quienes nos gobiernan, moldean nuestras mentes, definen nuestros gustos o nos sugieren nuestras ideas son en gran medida personas de las que nunca hemos oído hablar."
Aunque cuesta creerlo, el nombre de Eddie Bernays ha quedado casi olvidado y en la actualidad nuestra sociedad está impregnada de hábitos impuestos por este manipulador de masas: el consumismo, los mensajes subliminales, la publicidad encubierta, el disconformismo permanente y la amplia red de preocupaciones y amenazas que el poder en todas sus facetas nos impone para no pensar y ser más manipulables.
Conocer estas técnicas no va a resolver el problema de vivir bajo un sistema de libertad y democracia ficticias, pero es un avance importantísimo conocer como operan, como nos manipulan, si uno solo de los que ven este documental abre los ojos a la dictadura en las sombras que nos rodea, nos damos por satisfechos.