La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

sábado, 8 de febrero de 2014

Los Derechos humanos según un imperio

Luego de la Segunda Guerra Mundial gran parte de la humanidad creyó que se había arribado a un punto sin retorno, que no se podía tropezar otra vez con la misma piedra y que en la historia no se permitirían más atropellos aberrantes contra los derechos básicos de las personas.
Desde este blog hemos tratado varias veces el tema del nazismo, el Holocausto fue una barbaridad pero no la última, puede resultar antipático decir esto, pero muchas masacres posteriores al Holocausto de igual intensidad y crueldad se produjeron y se producen con una sola diferencia, el tratamiento mediático, ya que los medios corporativos de comunicación emiten desde estados victimarios, por lo tanto justifican o suavizan sus atrocidades.
Por ello en este nuevo envío del documental InjerenCia se tratan algunos puntos interesantes sobre las acciones de EEUU luego de la Segunda "gran guerra" que nos hacen pensar mucho acerca de si estamos mejor a los tiempos de Hitler.

El nacimiento de la ONU
La Organización de las Naciones Unidas nació tras el Tratado de San Francisco sobre las cenizas calientes de la Segunda Guerra Mundial. Este organismo internacional constituyó sede en Nueva York, EEUU y se convirtió en la esperanza para aquellos que bregaban por la existencia de una estructura supranacional que limite aberraciones como el nazismo.
Sin embargo este no sería el objetivo. En realidad la ONU terminó siendo un marco de legalidad para que EEUU legitime sus acciones a través del mundo. Si bien no tuvo una gran cantidad de muertos durante la Segunda Guerra (y hasta podríamos decir que fue uno de los beligerantes más importantes cuyo territorio quedó prácticamente a salvo de cualquier ataque) los EEUU se arrogaron el atributo de ganador de dicha guerra asumiendo todos los privilegios respectivos. Las imágenes de pueblos europeos que recibían a los tanques norteamericanos con flores y ovaciones de los locales recorrieron el mundo en una época de muy limitada tecnología. Aún así, quedó para muchos la idea de que la paz a Europa llegó gracias a la intervención del otro lado del Atlántico.
Así, los triunfadores de la Segunda Guerra formaron (EEUU, Francia, Rusia y Reino Unido junto a China que se sumó luego) el Comité de Seguridad. Este cuerpo es una suerte de poder elitista capaz de rechazar la decisión democrática votada por el resto de los miembros con la sola oposición de uno de sus miembros. Ejemplos como la ocupación de Palestina, la descolonización de las Islas Malvinas o el bloqueo a Cuba son casos paradigmáticos de resoluciones ampliamente aceptadas por todos los miembros pero vetadas por la oposición de al menos un miembro del Consejo. Muchos hacen un paralelismo entre la ONU y el poder internacional, todo es muy democrático, todos podemos votar lo que queremos, pero se termina haciendo lo que se le antoja a la élite dominante.
Las esperanzas de un mundo en paz se terminaron pronto, EEUU encontró motivos "legales" para atacar Corea del Norte en 1950. Envalentonados (y creídos) de su papel en la Segunda Guerra, los aviones estadounidenses descargaron sobre Norcorea una cantidad de bombas nunca antes vista. La cosa empeoró en Vietnam (y Laos, ver DOCUMENTAL AQUÍ) donde EEUU profundizó esta forma de crimen contra la humanidad cuyas secuelas persisten sin ningún tipo de consecuencia para el país agresor.

Joseph McCarthy
El Macartismo
Hoy en día muchos ya se cuestionan si efectivamente la URSS fue un serio enemigo para EEUU o su importancia fue exagerada a fuerza del infundado temor de los norteamericanos al "peligro rojo". Cierto o no, este miedo al enemigo ruso sirvió para imponer una nueva perspectiva al estadounidense medio (según el pensamiento de Leo Strauss, cuyo DOCUMENTAL también está aquí).
Fue tal la campaña de persecución a los izquierdistas, que el senador Joseph Mac Carthy impuso una ley  para delatar, perseguir y condenar a cualquier sospechoso norteamericano de simpatizar con el comunismo. Algunos incluso lo pagaron con sus vidas.

La segregación racial
No sólo Sudáfrica o Israel se caracterizan por ser países racistas y/o segregacionistas, en EEUU las leyes de segregación racial continuaron hasta bien entrados los años 60. A pesar de la victoria de los norteños (que nos los presentan como anti-esclavistas) en la Guerra de Secesión, el racismo seguía presente en los EEUU. Transporte público diferenciado, así como baños públicos o iglesias adonde negros y blancos no podían cruzarse.
Esto dio paso a movimientos por la igualdad civil de los negros con líderes enérgicos como Malcolm X (más revolucionario) o Martin Luther King (más pacifista y religioso) y hasta una agrupación armada: los panteras negras. EEUU se caracteriza por resolver con asesinatos los problemas incómodos, así fue que ambos líderes negros fueron ultimados por aquellos años.
Aún hoy la población negra es la que más sufre la pobreza en EEUU y la más criminalizada. Una enorme cantidad de presos en EEUU son negros.

La Doctrina de Seguridad Nacional
Anduvo tan bien el miedo infundado a los rojos en EEUU que no tuvieron mejor idea que exportarlo al patio trasero: Latinoamérica. Así es, el problema al sur del río Grande no eran la pobreza, la desigualdad social, la inestabilidad política, la criminalidad, el atraso educativo ni la escasa industrialización, el "problema" era la injerencia comunista en la sociedad.
Esta doctrina se empezó a diseminar entre los militares que asistían a la Escuela de las Américas ubicada en Panamá pero manejada por la CIA. Allí muchos militares latinoamericanos que tenían peligrosos conceptos del patriotismo, o que admiraban la disciplina prusiano-alemana del ejército (como los militares argentinos) hicieron propio el discurso anticomunista y lo aplicaron en varios puntos del continente siendo el Plan Cóndor la obra terrorífica mejor acabada.





La historia de los Derechos Humanos no ha mejorado a pesar de la existencia de la ONU que sigue actuando como marco legal de las superpotencias legitimando sus privilegios. Aquel sueño de la declaración de los DDHH quedó sólo en eso, puesto que el país que más la cita es justamente quien más la ha violado.