Florentino Ameghino |
El poblamiento de América aún está bajo debate, los años de opresión europea borraron muchos rastros. La codicia de los invasores y la brutalidad de la "conquista" destruyeron los conocimientos científicos y artísticos de los pueblos originarios, además de acallar su historia.
Este sometimiento no fue gratuito, generó el retraso de nuestros pueblos y el enriquecimiento de Europa. Esta situación produjo también una notoria diferencia científica: todas las verdades provenían de Europa porque la mayoría de los científicos estaban allá y todo lo que se dijera desde la periferia era desacreditado.
Las absurdas teorías que aluden a extraterrestres en las colosales obras prehispánicas provienen de Europa porque nunca tuvieron interés en preguntarle a los constructores cómo las efectuaron, sí en saquearlos.
Las teorías viejas
Los científicos de EEUU adquirieron mucho de esta línea de pensamiento. Mirando más a Europa que a un continente que sienten de su propiedad y al cual pueden manipularle hasta la historia, la "teoría norteamericana del poblamiento de América" (o la teoría del sitio arqueológico Clovis en EEUU) aún está instalada como única en muchos círculos aúlicos conservadores. Esta teoría sostiene que el hombre americano prehispánico provino de Asia aprovechando una glaciación que bajó el nivel de los océanos y así quedaron unidas América y Asia a través del estrecho de Bering. Esta hipótesis si bien es la más repetida, no carece de puntos oscuros, uno de ellos es la escasa cantidad de restos arqueológicos similares a ambos lados del estrecho de Bering de una antigüedad a la mencionada como período de migración de estos hombres prehispánicos (entre 11.500 y 18000 años, según lo encontrado en Clovis). También es dudosa la cuestión climática, en períodos de glaciación un sitio tan próximo al Polo Norte como el Estrecho de Bering tendría temperaturas insoportables para cualquier persona por más adaptada al frío que estuviera.
Los que apoyan esta teoría tienen a favor que los pueblos originarios tienen algunos rasgos físicos que los asemejan a ciertas etnias asiáticas, pero las dudas continúan y las teorías proliferan.
Las posturas alternativas
Afortunadamente, América Latina se las ingenia para intercalar sus investigaciones que ponen en duda el discurso dominante aún a costa de la difamación de sus científicos.
En el sur de Chile se encontraron restos arqueológicos de una antigüedad superior a la de Clovis lo cual amenazó el discurso oficial. En Brasil dieron con restos de antiguos pobladores cuyos rasgos no se asemejaban a los asiáticos, sino eran más del tipo negroide.
Esto y la gran semejanza de las esculturas Olmecas con seres de rasgos negroides dio lugar para que el investigador argentino Alfredo Barragán se lanzara a la aventura de unir África con América en balsa, travesía que resultó exitosa, aunque como es de esperar, los científicos conservadores desestimaron la posibilidad.
Estos hallazgos de Brasil dieron la idea de que el poblamiento americano podría provenir también de la Polinesia, algunos aventureros se lanzaron al enorme Océano Pacífico para demostrar que la hazaña de unir Sudamérica y las islas de Oceanía con antiguas barcazas era posible.
¿América cuna de la humanidad?
Quien esbozó una de las teorías más transgresoras fue el naturalista autodidacta argentino Florentino Ameghino quien afirmaba que el hombre no salió de África, sino de América. Además sostuvo que en la Patagonia el hombre primitivo convivió con especies que se creían extinguidas mucho antes que el hombre existiera.
Inmediatamente el establishment científico trató de desmentir al científico y salvo escasas menciones en Argentina donde se lo recuerda en el nombre de algún pueblo o calles sin saber mucho de a qué se dedicaba Ameghino.
Misterios precolombinos
Se sabe que no fue Cristobal Colón el primer europeo en llegar a América, los vikingos ya se habían instalado en Groenlandia y Terranova para el siglo X, "conquistadas", según parece por Erik el Rojo.
Todavía genera inquietud el famoso Mapa de Piri Reis, un cartógrafo turco que cartografió el Océano Atlántico con las costas africanas y europeas, sino unas costas orientales asombrosamente parecidas a las americanas más de 70 años antes de que Colón arribara por primera vez a suelo americano.
Algunos también sostienen que los chinos (como el marino Hui Cheng) habrían encontrado las costas americanas en el siglo V, pero no hay muchos indicios que hayan quedado en este continente.
La historia oficial asume ciertos casos de territorios colonizados por poblaciones provenientes de lugares remotos como los indonesios que llegaron a Madagascar (que está a 5500km de distancia) hacia el siglo IV. Si los indonesios se pudieron lanzar al impredecible mar con precarias balsas, ¿porqué habrían tardado tanto los europeos, más desarrollados en ingeniería naval, en hacer grandes distancias marinas con la experiencia que tenían en el Mediterráneo, Mar del Norte o Cantábrico?
¿Cuántas teorías científicas son tomadas como ciertas aún hoy, no por su veracidad, sino por el poder de quienes las sostienen?
El Mapa de Piri Reis (1513) |