La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

jueves, 19 de julio de 2018

Este es un cuento escrito por un loco

Imagínese que usted está jugando un juego contra un grupo de rivales que buscan lo mismo que usted, ganarle al resto. Usted mirará sus expresiones, analizará las estrategias que podrían estar llevando a cabo e intentaría no mostrar las debilidades propias alardeando de fortaleza (que con suerte, será real) buscando así intimarlos. Si consideramos que todos los jugadores tratan de hacer lo mismo buscando un logro personal (ganar el juego), se obtiene una red de interacciones acerca de como se puede desarrollar el juego y conjeturar quien podría ser el ganador.
John Nash
Estas cuestiones han sido estudiadas por un matemático estadounidense, John Nash (1928-2015) quien desarrolló la Teoría de Juegos la cual se empleó en campos de lo más variados, desde la biología, la estrategia militar, la psicología y hasta las teorías económicas.
Aún hoy las potencias nucleares se jactan de su arsenal para disuadir a sus enemigos de atacarlos, esto fue lo que mantuvo el peligroso equilibrio de la Guerra Fría y es lo que hoy le permite a Corea del Norte sentarse a negociar en un plano de igualdad con EEUU.
Esta idea según la cual cada uno mira su juego y arma alianzas o traiciona según su necesidad de alcanzar sus propios objetivos fue llevada al ámbito de la economía por Friedrich von Hayek y otros muchos propagandistas de los que conocemos como economía de mercado o Neo-liberalismo.

¿Por qué "Neo"?
La escuela liberal del capitalismo que conocemos desde Adam Smith requiere de un estado fuerte que controle la economía sin obstaculizar los emprendimientos personales de los ciudadanos. Esto es, el estado fija las reglas dentro de las cuales se desarrolla un modelo capitalista. La escuela Neoliberal desarrollada desde mediados del siglo XX exige la mayor ausencia posible del estado como regulador dejando que los mercados se autoregulen. El estado (o mejor dicho, los gobiernos) debe encargarse de asegurar esta libertad sin la más mínima intervención.
¿Donde entra la Teoría de juegos de Nash? En que cada ciudadano, ahora llamado "consumidor", es libre en este modelo de elegir comprarse lo que quiera o aspirar al trabajo que quiera. Esto da lugar al egoísmo, que surja la competencia entre pares que aspiran lo mismo y la sociedad queda inmersa en un juego donde se alientan las tácticas individualistas y las traiciones no se cuestionan, si sirven para alcanzar un objetivo personal.
Fue así como en muchos países capitalistas de posguerra se empezó a cuestionar el papel intervencionista del estado vinculándolo a una faceta propia de los países soviéticos, con el temor que esto despertaba en Europa Occidental y EEUU. Así nace la idea de la libertad atada a la de libre mercado que con los años se intentará exportar al resto del mundo no sin injusticias, miseria y muerte.


La Teoría de Nash, a pesar de su solidez matemática, es inaplicable en la sociedad. La vida social no es un simple juego de cartas de reglas fijas y la psicología de los ciudadanos en este contexto es bastante más compleja que la de un jugador de quien solo se espera que dé lo mejor de si y no haga trampas. Vale tener en cuenta que en el momento de elaborar esta teoría simplificada e individualista, Nash padecía esquizofrenia paranoide, se sentía perseguido y creía oír voces en su cabeza.
Los desajustes de este modelo adoptado por la economía de mercado se empezaron a notar, pero en lugar de adaptar los modelos matemáticos a la realidad de una sociedad más compleja, se intentó adaptar la sociedad al modelo  haciéndola más previsible. Las personas eran sometidas a diversos test psicológicos donde se catalogaba de desórdenes mentales la timidez, la ansiedad, las preocupaciones, la tristeza, el temor, sin tomar en cuenta si eran síntomas permanentes o propios de un momento especial que estaba viviendo la persona. Así afloraron muchos medicamentos como los antidepresivos que sirvieron para hacer que la gente encaje mejor en el sistema.

En esta primera parte del documental "La Trampa - Jode a tu compañero", el documentalista británico Adam Curtis nos muestra el aspecto más psicológico en que se funda este modelo socio económico.




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