Por estos días es innegable el retorno neoliberal en gran parte de occidente. En muchos países, donde las políticas de despojo parecían perimidas, hoy se vuelven a escuchar las mismas explicaciones neoliberales que siempre fallaron y nunca consiguieron lo que sus defensores prometían, puesto que estas políticas no tienen interés en ayudar al pueblo en general.
Poco se habla de Costa Rica, sabemos mucho de Venezuela y del presunto "caos" que se vive allí porque hay un interés fundado en debatir aquellos modelos rebeldes a los caprichos de EEUU: la corrupción, la escasez de productos, la pobreza venezolanos atestan las redes sociales y medios de comunicación para "demostrar" el fracaso del modelo bolivariano. Sin embargo estos males, endémicos en Latinoamérica, se reproducen también en aquellos países alineados políticamente con EEUU, pero claro, no están sujetos a debate alguno.
Hace 12 años, mientras en Sudamérica surgían con éxito experiencias progresistas, Costa Rica se debatía la firma de un tratado de libre comercio (TLC) con EEUU, este documental costarricence muestra la falsedad de los argumentos de aquellos que defienden estos TLC con los mismos argumentos que veremos acá.
El drama de Latinoamérica no son los EEUU, no nos equivoquemos, es la clase dirigente local que se somete a la voluntad de EEUU para ostentar el poder y vivir del estado. Esta oligarquía cuando toma el poder, ora con las armas, ora con el voto popular, hace toda clase de esfuerzos por firmar tratados con las potencias occidentales (en nuestro caso, EEUU) bajo la excusa de insertar al país en la senda del comercio mundial prometiendo inversiones, generación de empleo y progresos que jamás llegarán. Para lo único que sirven estos arreglos es para la especulación financiera de estos oligarcas y la invasión de productos importados.
Los cantos neoliberales en América Latina no conciben a los países como un todo, sino como un territorio a disposición de una élite local.
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