La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

martes, 12 de marzo de 2013

El Carnaval tardío de las Malvinas

 Aunque cueste creerlo, el referendum que el gobierno británico dispuso el 10 y 11 de marzo de 2013 para que los ocupantes de las islas (los kelpers) decidieran qué status querían que los amparara en el futuro favoreció a la postura argentina.
Claro, si usted lee la crónica sobre los datos de la consulta va a pensar que mi afirmación es descabellada: el 99.8% de los consultados quieren permanecer como territorio de ultramar británico. Sin embargo es relevante el resultado porque invalida algo que es el caballo de batalla de los británicos que siempre pretendieron que en la mesa de negociaciones por la cuestión Malvinas se respetara el "derecho de autodeterminación" de los isleños como si fueran una tercera parte en el conflicto.
El show de disfraces que se puede ver en las fotografías demuestra que los kelpers son agentes coloniales británicos, su papel es inescindible del que ocupa el Reino Unido, así que Reino Unido y kelpers son la misma cosa como tantas veces argumentó la cancillería argentina.


La colonia de las Falkland instalada en Malvinas desde la década de 1840 no puede existir sin la manutención del Reino Unido quien gasta cientos de millones de dólares en defensa para las islas, militarización que ha ido creciendo desde la guerra de 1982. La inmensa mayoría de los kelpers depende del Reino Unido, militar, cultural y económicamente. Los ocupantes cuando no 
trabajan para el estado trabajan para la  Falkland Island Company (FIC). Esta empresa posee el 46 % de la tierra del archipiélago y además es propietaria del 90% de los negocios (barcos, almacenes, bancos, depósitos de lana, etcétera). 
La FIC depende, a su vez, de un conglomerado llamado Charrington and Chemical Products Ltd., que es propietario del otro 54 % de las tierras malvinenses. Por su parte, Charrington es satélite del grupo Coalite Industrial Holdings, con sede en Londres, o sea que las dos empresas son tan sólo una.
Agreguemos que la compañía no puede ser comprada por extranjeros porque goza de un privilegio real otorgado por la reina Victoria, según el cual sus acciones sólo pueden transferirse con la autorización de Su Majestad Británica.    
                                                                                          
La historia de los kelpers cambió mucho desde 1982. Antes de la guerra eran súbditos de tercera del Imperio Británico. No podían mudarse de las islas para volver a Gran Bretaña, estaban confinados en la colonia. Para hacerse atender por afecciones complejas debían asistir a hospitales argentinos de Ushuaia o Comodoro Rivadavia. Muchas construcciones en las islas estaban en ruinas y militarmente estaban desprotegidas. Los kelper tenían un estándar de vida mucho más modesto que el de sus compatriotas de la metrópoli.
Desde la guerra afloran los autos último modelo, el mantenimiento de las casas, calles y monumentos además de un nacionalismo anti argentino rabioso.
Vale aclarar que los kelpers tienen todo el derecho del mundo a elegir la nacionalidad que se les ocurra, en la Argentina viven bolivianos, paraguayos, peruanos, chinos, senegaleses, etc. y encima de ellos no está migraciones para que se nacionalicen por la fuerza, lo que no tienen derecho a hacer los kelpers es a decidir a qué país le pertenece el territorio que están pisando.
La ONU considera a Malvinas como un caso especial de colonialismo (si bien es bastante particular la definición que tiene este organismo de dicha palabra por caso la Guayana Francesa o Groenlandia NO son colonias, sino "territorios de ultramar" de los países poseedores) porque sus habitantes no son una población sojuzgada por la metrópoli, sino trasplantada persé, para dificultar el reclamo argentino. Esto implica además que no existan diferencias etnicas, culturales o idiomáticas con la metrópoli que la mantiene. Es más, los kelpers alardean de ser casi más ingleses que los que viven en las islas británicas.
El referéndum no altera el reclamo argentino, tampoco fue tomado en serio por la ONU que insta desde la década del 60 a Argentina y Gran Bretaña a dialogar sobre la soberanía de las islas, pero la diplomacia inglesa se dedica a realizar este tipo de "distractivos". Lo que se pudo ver es algo previsible, una puesta en escena, ni siquiera los disfrazados de la foto, ni sus poses, fueron espontáneos. Todo se armó para tratar de generar algún impacto a nivel internacional. Esta consulta no fue monitoreada por ningún organismo internacional serio así que puede estar viciada de completa nulidad, además si vamos al caso, estos "disfrazados" hicieron voto cantado, por lo cual debió ser considerado nulo. En la consulta hubo 3 votos en contra del dominio británico (algunos creen que pudo ser arreglado para aparentar diferencia de opiniones) 1 voto nulo y alrededor de 150 personas no emitieron voto, pues asistió el 92% de los que podían votar.
Más allá de estos matices la elección previsible no altera la aberrante ocupación ilegal de Malvinas y la amenaza que ésta representa para Sudamérica, recordar que hay una importante base de la OTAN instalada en las islas.


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