La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

lunes, 24 de diciembre de 2018

El dueño de la mentira

En estos tiempos se debate el papel de las fake news (noticias falsas) que circulan en las redes sociales y afectan el panorama político de muchos países. Vale decir que esto no es un fenómeno nuevo, pero con las nuevas tecnologías cobra una visibilidad mayor.
Roger Stone
Esto no implica un despertar de conciencia de la población, gran parte de los ciudadanos que luego votan se ven obnubilados por emociones que fueron potenciadas por estas noticias falsas, emitidas por largos períodos de tiempo.
Se sabe que es más fácil engañar a alguien, que convencerlo de que ha sido engañado (eso sostenía el escritor estadounidense Mark Twain). Quizá por orgullo propio, resentimiento o simple ignorancia, en política no sobran los casos de personas que asumen su error al optar por tal candidato o tendencia política.
A este respecto, en la historia fueron apareciendo líneas de conducta (más que de pensamiento) tendientes al control de masas. Uno de los nombres más célebres fue Maquiavelo, pero surgieron otros (recordemos a Edward Bernays a quien ya le hemos dedicado unas cuantas líneas), y al modernizarse la democracia, los métodos se fueron perfeccionando. En general hay un estudio de la sociedad, sus gustos, ambiciones, limitaciones del ciudadano medio así como sus preocupaciones. Estos estudios muchas veces se efectúan en cuestiones que parecen ajenas a la política. Por lo general todas estas manipulaciones se ejercen en marcos de crisis, fomentando una mezcla de odio, temor y desconfianza de la sociedad tendiente a fragmentarse sin cuestionar los verdaderos beneficiarios de estas rencillas
Atento a esto, un operador político de los EEUU llamado Roger Stone, es un gran ejemplo de como mintiendo descaradamente se pueden obtener logros políticos que por el camino de la sinceridad serían impensados.

La piedra republicana
Los inicios de Roger Stone datan de los tiempos de Richard Nixon, Stone siempre estuvo detrás de las campañas de políticos republicanos, partido que Stone apoya, utilizando la exageración, la difamación y la mentira contra candidatos rivales de quien contrataba sus servicios. Incluso, a veces, otros republicanos por internas partidarias. Su colaboración se hizo visible también en las campañas
presidenciales de Ronald Reagan, George Bush (p), Bob Dole, George Bush (h) y Donald Trump.
Stone se jacta de su actividad y no tiene ningún interés por parecer políticamente correcto, hace alarde de su crapulencia. Él cree que el odio en la política es un agente mucho más potente que el amor y estimula sentimientos de visceral rechazo entre la población contra políticos opositores.
Alex Jones
No se caracteriza por mostrar virtudes propias del candidato por el que "cabildea" (hace lobby) cuya campaña se limita a repetir lo que la ciudadanía quiere oír, sin embargo, hace foco de campaña en chicanas contra los opositores apelando incluso a denuncias por delitos graves que en muchos casos son falsas, y los restantes son exageraciones. Ni siquiera tiene empacho en aliarse con un propagador de teorías conspirativas afín a la más rancia derecha estadounidense como Alex Jones, quien hasta tiene un medio de información alternativo (InfoWars) de financiación dudosa.
Stone nunca argumenta su apoyo republicano en la posibilidad de combatir la pobreza o en la igualdad de derechos, sino en sostener una "grandeza americana" presuntamente perdida por malos políticos y gobiernos controlados por un establishment que paradójicamente también apoyó y apoya a todos los candidatos que promovió Stone a través de los años.
Stone se dice un libertario, un derechista que acepta los cambios sociales propiciados por políticas estatales,... insultando la injerencia del estado en la vida social. Este movimiento es una hábil forma que tiene la derecha contemporánea de asimilar cambios recientes (generalmente propiciados por gobiernos izquierdistas) para parecer moderna, mezclándolos con acusaciones de populismo a cualquier tendencia progresista, en un rabioso discurso anti-política y sosteniendo el libre mercado como sinónimo de libertad política.

Esta es la historia de un hombre que es prácticamente una estrella mediática, que no le preocupa exhibirse como un personaje pintoresco y que no le hace asco a los escándalos.
Quizá al comprender este tipo de personajes, su forma de hacer política y como éstos conciben a la sociedad, nos ayude a entender los cambios políticos desfavorables que estamos viviendo. Tengamos cuidado en como se desarrollarán las campañas políticas futuras dada la gran cantidad de émulos que tiene el señor Stone. La política no va a cambiar, las promesas no se van a cumplir, pero estos lobbystas habrán dado con un gran negocio y de paso forjarán una reputación.






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