La verdad, aunque esté en minoría, sigue siendo la verdad...

La burguesía disfraza su propio interés particular, para que de tal forma, ese interés particular forme parte del interes general

martes, 14 de octubre de 2014

Vida privada

Ya se sabe que dentro del sistema capitalista, un acto comercial es ilegal hasta que alguna corporación interesada en cometerlo haga suficiente lobby no sólo para legalizarlo sino también para cometerlo con exclusividad.
Los elementos básicos de la vida se están transformando en bienes económicos: el agua, la secuencia genética, las semillas y la cura de enfermedades en lugar de ser compartidas gratuitamente con quienes los necesiten, son concedidos a empresas pioneras en su explotación/investigación para que se beneficien exclusivamente con el negocio.
La política de patentes llevada a cabo por EEUU tiene mucho que ver al respecto, no cualquier científico puede entrometerse a investigar el código genético, o a indagar sobre ciertas drogas sin pagarle a la empresa por la patente correspondiente. Muchas investigaciones en enfermedades congénitas se ven trabadas porque los laboratorios dispuestos a encararlas no pueden pagarle a la empresa dueña de la patente. Para colmo, mucha información que poseen los dueños de las patentes no es compartida sin un pago por la misma. He aquí el mercado priorizado sobre el desarrollo científico.
La privatización de la salud es otro ejemplo, este sistema de medicina prepaga se diseminó gracias a los gobiernos neoliberales que consiguieron reproducir en diversos países, negocios existentes sólo en los EEUU, país al que siempre exhibían como ejemplo a imitar (en el caso de los servicios de salud esto es discutible, como lo muestra la película Sicko, de Michael Moore y las falencias del sistema de salud estadounidense que confesó el presidente Obama).
Diera la impresión de que en este planeta hay mucha gente que intenta hacer negocios de la nada, una característica propia del capitalismo es que para poder sacarle el jugo al sistema, es vital crear necesidades de la nada. Haciéndole creer (o presionando para tener) una necesidad a un buen número de personas, una empresa consigue un mercado cautivo. Esto se puede obtener con el apoyo de ciertos gobiernos, la deliberada desatención en hospitales públicos "crea" la necesidad de recurrir a la medicina privada donde se supone que uno va a ser mejor atendido y más rápido; el mal estado de muchas escuelas públicas, los paros de sus trabajadores, "generan" el negocio de la educación privada. La escasez de agua (por mayor población, servicios de red precarios y creciente contaminación de agua potable) da lugar a que empresas se instalen en medio de manantiales naturales para comercializar este elemento básico para la vida. ¿La contaminación de ríos y napas no se combate para no arruinar el negocio de empresas (como Nestlé) que se benefician de esta escasez o baja calidad?
El caso de las semillas es quizá uno de los más vergonzosos, empresas como Monsanto no se conforman con el mercado cautivo en la venta de semillas (y todos los complementos adicionales: pesticidas, herbicidas, fertilizantes, etc.) sino que el productos debe comprarle a la empresa con cierta periodicidad, el productor-cliente no puede guardar semillas de su propia producción para sembrarlas la temporada siguiente.
Da la impresión que con estados más eficientes, muchos negocios se acabarían, mucha gente perdería su fuente de ingresos, y los grandes capitalistas perjudicados deberían buscarse un trabajo en serio.