Póster para promover el Plan Marshall |
Para el mercado internacional, ¿son equiparables Indonesia con Canadá?¿Brasil con EEUU?¿Yemen con Holanda? Evidentemente no, esto es porque se ha instalado la idea de que cada país debe cumplir un rol establecido en la economía mundial y cualquier intento de cambiar ese papel es visto como un riesgo para el mundo occidental que inmediatamente se movilizará para abortarlo (entiéndase, injerencia, conspiración o guerra civil, golpes de estado o magnicidio, instalación de una dictadura títere y todo vuelve a la "normalidad"). Por todo esto, es conveniente que Irán vendiera su petróleo sin refinarlo, que Colombia se siga dedicando a exportar café, Níger lo propio con su uranio, lo mismo que Argentina con la lana, Costa de Marfil con el cacao o Uruguay con la soja para que esos productos primarios sean procesados, manufacturados en el "Primer Mundo" y revendidos con valor agregado.
Hay un Primer Mundo desarrollado, industrial, necesitado de recursos naturales y un Tercer Mundo proveedor de bienes primarios y de diversión, hay países que deben dedicarse al turismo (proveniente de ese mundo rico) como pilar principal de su economía, así es como los artesanos marroquíes, los hoteleros de República Dominicana o las prostitutas tailandesas deben atender a los CEOs de grandes multinacionales europeas, estadounidenses o japonesas en sus días de ocio, que no suelen ser pocos.
Usted que está leyendo dice:
"Pero en México, Malasia, Hungría, Vietnam, etc. que no son países considerados del Primer Mundo hay industrias..."
Es cierto, hay una fase intermedia en este mercado internacional, un "Segundo Mundo". A muchas empresas les conviene producir los mismos bienes en América Latina, Europa Oriental o el Sudeste Asiático porque la mano de obra es más barata. Gran parte de esas industrias instaladas fuera de sus países de origen no van a llevar progreso a los sitios donde se instalan (como generalmente rezan los discursos inaugurales de sus plantas) sino a producir los mismos bienes con un costo menor y porque además reciben algún "beneficio" local como exención de impuestos o perdón de deudas. Ahora observemos quien tiene la "llave" de esta situación, al ser empresas extranjeras pueden irse cuando lo crean necesario, es decir, cuando las facilidades que permitieron su instalación dejan de estar garantizadas. Si Mercedes Benz tienen una planta en Argentina, ha de ser porque los operarios argentinos no cobran un salario exactamente igual al de sus pares alemanes, pero si ello pretendieran, es motivo suficiente para que la empresa se vaya de la Argentina a buscar un mercado laboral más atractivo.
Que exista este orden mundial no ha sido algo atribuible a la casualidad, esta división entre los países se generó en base a siglos de dominio colonial, donde las potencias europeas se nutrieron de las riquezas de los territorios invadidos, enriqueciéndose y dejando en estos lugares muy poco que no sea pobreza, una élite dominante que oficiaba como agente colonial y la idea en el imaginario popular de que hay clases superiores a otras, como países superiores a otros. Esto último ayudado por la administración de una historia oficial (propagada por esa élite dominante) que explica porqué nos concebimos así.
¿Qué hubiera hecho Bolivia con la mitad del dinero que EEUU le concedió a Alemania en el Plan Marshall?¿y si Kenia recibiese exactamente la misma "ayuda" que le permite a Corea del Sur ser el ejemplo económico asiático?¿Portugal estaría en una situación tan crítica si le hubieran concedido los mismos beneficios de que goza Israel? ¿Qué sería hoy de Paraguay si el Reino Unido no hubiera fomentado la Guerra de la Triple Alianza que destruyó su industria incipiente y casi lo acaba como país? Por razones económicas y conveniencias políticas, se promovió el desarrollo de ciertos países en particular y se limitó el progreso de otros, colaborando así, a que pertenezcan a alguno de los mundos antes mencionados. Esta promoción proviene justamente de aquellos países poderosos que terminan decidiendo que papel le corresponde a cada uno.
Las incuestionables fuentes de la riqueza
El capitalismo ha profundizado las desigualdades, Henry Ford, el fundador de la reconocida automotriz estadounidense, creía a principios del Siglo XX que los ejecutivos de su empresa debían ganar 4 veces el salario de sus operarios, hoy esa proporción ha llegado a que los gerentes de la mayoría de las grandes empresas ganen entre 40 y 100 veces más que lo que ganan sus empleados más modestos. De todas formas el mundo en los años de Ford ya era muy desigual, pero se permitía ciertas contracorrientes, el pensamiento marxista en boga durante gran parte del Siglo XX era un riesgo para el occidente capitalista, así que se debían fomentar políticas de reparto de riqueza en esos países para que sus ciudadanos no vean con cariño las ideas de Karl Marx. Así, el estado de bienestar del mundo capitalista generó una numerosa clase media acomodada en occidente mientras se desarrollaba la Guerra Fría. No todo fue Keynesianismo, también hubo inyección de dinero a Europa Occidental y Japón para evitar una fuga al socialismo en el marco del Plan Marshall luego de la Segunda Guerra Mundial incluyendo a países que no intervinieron en la confrontación (Turquía, Suiza y en menor medida España) y a las potencias derrotadas (Alemania e Italia), algo inadmisible según la lógica bélica donde el ganador no le otorga nada a su derrotado.
En gran parte las riquezas actuales tienen orígenes oscuros. Es sabido que las monarquías europeas se nutrieron de las riquezas de las colonias, muchos otros pasaron a engrosar las filas de las élites especulando en medio de la instalación del modelo capitalista como podría ser el caso tan mentado de la familia Rothschild. Estos primeros capitalistas se beneficiaban en tiempos de guerra, venta de armas y hasta en el narcotráfico. Recordemos que el opio era casi desconocido en China hasta que fue llevado allí por los británicos que lo exportaban desde Afganistán y Pakistán.
Élites de primera y de segunda
En América Latina, la fuente de la riqueza se hizo a corta escala, mientras los oligarcas europeos más o menos salvaguardaban a sus pueblos explotando a otros allende sus fronteras, en nuestra región eso se dio fronteras adentro, lo que explica nuestra enorme desigualdad, es por eso que algunos ven a las oligarquías locales como un ejército colonial de ocupación, un país de ricos que se nutre del "otro" (que en realidad es el mismo) de manera parasitaria, como demuestra la película La Hora de los Hornos. Estas élites, descendientes de las familias patricias o de inmigrantes europeos, se hicieron de las fuentes de riqueza arrasando con los pueblos originarios y adueñándose de sus (excelentes) tierras sin pagar un solo centavo.
Los oligarcas no influyen en la realidad interna de sus países en todos igual, por ejemplo, la diferencia entre la oligarquía británica y la venezolana, es que mientras la primera tienen la capacidad de explotar a pueblos extranjeros (sin dejar de abusarse un poco de sus compatriotas como en los tiempos de Thatcher) y tiene una veta industrial importante, la segunda sólo tiene poder para operar dentro de su territorio a sectores de la población a los que considera sometidos a su arbitrio y se dedica mayormente a explotar recursos primarios y a la exportación de los mismos. Mientras que las oligarquías europeas pueden mudar sus capitales de un país a otro buscando trabajo esclavo o generando golpes de estado en otros países, en Latinoamérica los oligarcas hacen conspiración interna porque no les queda otra y porque tampoco buscan otro negocio que no sea la prebenda local. Por eso es que son mucho menos frecuentes los golpes de estado o los "escarmientos" a gobiernos progresistas en las potencias europeas que en Latinoamérica, los poderosos europeos a quienes vemos como civilizados, estables políticamente y carentes de corrupción, pueden mostrar sus miserias muy lejos de sus coterráneos.
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