Extremo Oriente ha ganado protagonismo en los últimos tiempos, el crecimiento de China como potencia emergente es imparable y fuerza un reordenamiento de las relaciones entre los países del Pacífico norte, incluido EEUU.
China conoce de su poderío y se permitió afrontar viejos conflictos con la confianza de quien no se va a llevar una fácil derrota ni en el ámbito político o el militar. Es así como surgió la disputa por un grupo de islotes desperdigados por el Mar de la China cuya posesión otorga derechos marítimos al estado al que le pertenezcan.
Estos territorios están nuevamente en el tapete por una interpretación que hace China de sus derechos marítimos donde incluye a Taiwan (a quien nunca reconoció fuera de su territorio) y a esta miríada islas con todas las aguas circundantes, dejando muy poco mar territorial a sus vecinos del Sudeste Asiático.
Los grupos de islas son principalmente 3: las Senkaku/Diaoyu en disputa con Japón, Spralty con Filipinas y Malasia y las islas Paracelso con Vietnam. Considerados durante mucho tiempo islotes, los cuales no otorgan derechos marítimos a la potencia que los reclame porque no se los considera habitables, estos promontorios que se sumergían ante la marea alta cobraron notoriedad ante las obras realizadas por China unilateralmente y haciendo islas artificiales con población estable. Esto le dio a China la posibilidad de explotar y controlar el mar circundante que posee importantes reservas petroleras.
Las Senkaku/Diaoyu, también reclamadas por Taiwan, están deshabitadas, pero la carga simbólica que tienen con su ocupación por parte de Japón durante la Segunda Guerra Mundial y el recuerdo que tienen los chinos de la hostil ocupación japonesa de su territorio continental hacen de estas islas un lugar donde se ponen en juego no solo derechos políticos y económicos sino viejas cuentas pendientes del pasado.
En este caso se puede ver la doble vara, la comunidad internacional ve con malos ojos que China haga obras e instale a su población en estas tierras, pero poco se dice de la ocupación de territorios por parte de potencias occidentales que les otorga derechos marítimos muy lejos de sus costas como los casos de Malvinas al Reino Unido (usurpadas a Argentina) o la inhabitable isla de Kerguelen en manos de Francia. Ambos territorios otorgar una proyección antártica a ambas potencias europeas. Tampoco resulta extraño que EEUU instale bases en el extranjero, como las que tienen en la militarizada isla de Okinawa (Japón) en clara intimidación a China.
A través de los amigos de Red Horse, les acercamos esta interesante emisión documental de La noche Temática.
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