Las potencias opresoras cuentan con múltiples recursos para transformar países soberanos en estados inviables, tienen poderío militar (son países de la OTAN), les sobra dinero para enviar espías o mercenarios a través de organizaciones no gubernamentales (por ejemplo USaid) financiadas por poderosas empresas con interés en hacerse de los recursos del país acosado. También muchas de estas operaciones ni siquiera son pagadas por los gobiernos de las potencias, sino por otros estados del tercer mundo endeudados, los países pobres dóciles pagan a los países ricos un dinero que será invertido en doblegar otros países pobres rebeldes. También puede haber factores internos, por lo general se trata de hostigar a países productores de materias primas, con algún recurso natural valioso (por su escasez en el "primer mundo") del cual su economía sea muy dependiente. Además, la actitud apátrida de la propia burguesía puede generar una resistencia interna considerable de la mano de medios de comunicación locales que pueden forjar una creciente antipatía por el gobierno entre sectores populares, en muchos casos, beneficiados por las políticas de éste.
Aspiración británica en Venezuela, Wikipedia |
Venezuela es un país que tiene una de las reservas petroleras más grandes del mundo junto a Rusia y a Arabia Saudita. Esto ya era sabido por los británicos, quienes aspiraban hacia finales del siglo XIX anexar territorio venezolano a la Guayana Británica (hoy, república de Guyana) con el fin de tener soberanía sobre el río Orinoco (lugar donde se asientan las reservas de crudo venezolano). En 1902 Venezuela sufrió un bloqueo naval británico, alemán e italiano y la amenaza de ser atacada e invadida por no pagar su deuda externa. Esto dio lugar a la Doctrina Drago (en honor al canciller argentino Luis María Drago) según la cual ningún país acreedor puede cobrarse el pago de una deuda de un país deudor quitándole territorio, ni mediante ataques militares.
Durante muchos años Venezuela fue un rincón más del patio trasero para EEUU con sus enormes reservas de crudo, las tasas de analfabetismo y pobreza llegaron a niveles escalofriantes a finales del siglo XX hasta la llegada de Hugo Chávez Frías, un militar preocupado por la realidad de su país que tenía el propósito de cambiar las reglas del juego.
La impronta de Chávez en el continente fue enorme, fue el armador del eje progresista de América latina ayudado por los climas de época populares existentes en la región. Esto dio pie a actitudes contestatarias contra EEUU como el rechazo al ALCA (Área de Libre Comercio para las Américas) en 2005 y un incesante enfrentamiento con la Casa Blanca que jamás le perdonarían. Chávez murió joven en 2013 de un misterioso cáncer galopante...
Al chavismo se le reconoce haber disminuido la pobreza e indigencia formando una notoria clase media antes inexistente, haber mejorado los índices de desigualdad social y tasas de alfabetización y mortalidad infantil, sin embargo pecó de un defecto no menor, no logró diversificar la economía del país basándose en la histórica producción petrolera.
Si la complican, es porque tratan de embaucarnos
El gobierno de Chávez aprovechó su lugar entre los países productores de petróleo (miembro de la OPEP) para establecer un alto valor del barril que permitiera el crecimiento económico del país. Los países consumidores de petróleo necesitan exportarlo y por lo general son países ricos. Sin embargo, no les gusta pagar mucho por el petróleo que consumen, así que allí tenemos la raíz del problema.
Al sucesor de Chávez, Nicolás Maduro Moros, le tocó afrontar lo peor del hostigamiento. La oposición interna, engrosada por esta nueva clase media con ambiciones aspiracionales, no tiene empacho en aceptar cualquier ayuda de potencias extranjeras que le permitan acceder al poder y contribuir al caos controlado desde el exterior para forzar la desestabilización del gobierno. A su vez, EEUU sobreexplota petroleo propio a través del fracking y aprovecha su alianza de hierro con Arabia Saudita para que éste reino haga lo propio. Esto genera un exceso en la oferta de petróleo en el mercado que tira el valor del barril a la baja, tornando preocupante la situación de Venezuela como país dependiente de la venta de este recurso. Esto tiene efectos colaterales, Rusia también se ve afectada por la baja del valor del crudo y toma postura a favor de la institucionalidad venezolana, recordando el triste final de Muammar Gadafi en 2011 a quien no le hubiera venido mal una ayudita desde Moscú.
Lo dijimos hace años en el caso de Siria, y ahora lo replicamos en este caso, no podemos permitir que Venezuela caiga. La ridiculez de la autoproclamación como presidente "encargado" (?) del diputado opositor Juan Guaidó con el aval de la mayoría de los países miembros de la OTAN y de los gobiernos latinoamericanos de derecha es una nueva escala en la historia injerencista.
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